En un dramón que parece directo de las páginas del programa que protagoniza, Gossip Girl, la actriz Leighton Meester se encuentra inmersa en tremendo pleito legal con su madre, Constance.
Leighton está demandando a su mamá porque dice que le ha enviado $7,500 al mes para el tratamiento médico de su hermano menor Alexander, a quien operaron del cerebro en mayo.
Sin embargo, la actriz insiste que la señora se ha estado gastando el dinero más bien en cirugías plásticas en su cara y vientre, inyecciones de Botox, extensiones para el cabello y otros tratamientos de belleza. También informa que su madre es adicta al alcohol y a las drogas, incluso robándose las medicinas a su hijo enfermo.
Ahora, la señora Constance está contrademandando a su hija, acusándola, entre otras cosas, de haberla lastimado seriamente en diciembre, cuando la "tiró al suelo y la golpeó repetidamente con una botella".
Constance Meester insiste en que "sacrificó su felicidad" por hacer famosa a su hija, explicando que se gastaron cerca de un cuarto de millón de dólares en pagarle escuelas privadas y clases de actuación, y que toda la familia se mudaba de New York a Los Angeles con tal de conseguirle trabajo a Leighton.
Además, explica que Leighton había quedado en enviarles $10,000 mensuales y que siempre se retrasa con los pagos y les manda menos dinero, por lo que, según ella, ha perdido su hogar y su seguro de gastos médicos.
Leighton, por su lado, responde que las afirmaciones de su madre son "absurdas" y que la propia señora la había amenazado con demandarla si no le daba $3 millones de dólares. Ahora, están dispuestas a pelearse en un juzgado.
Fuente: entretenimiento.univisión.com
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