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viernes, 29 de julio de 2011
¿La enésima chica de moda?
"¡Estoy abierta a todo!". Lo dice y lo rubrica. Blake Lively no miente. Esta rubia californiana se ha labrado un nombre en la cultura popular gracias a esa serie-folletín sobre ricos adolescentes titulada Gossip girl. Es el rostro de moda, la nueva chica Chanel. Ha grabado su nombre en un par de sofisticadas sandalias Louboutin diseñadas en su honor y es de las pocas televisivas que ya han sido portada de Vogue USA (y tiene pinta de que su directora, la temida Anna Wintour, tendrá más ojo esta vez que con Sienna Miller, a quien le ha dedicado ya unas cuantas en vano). "Es para no creérselo. Me siento como Cenicienta", asegura Lively.
Su último trabajo -junto a Ryan Reynolds- es Green Lantern, una película de superhéroes para toda la familia sobre el no tan famoso personaje de DC Comics que usa un anillo con superpoderes. Básicamente, el filme que confirma su ascenso definitivo a primera división. Esta joven al borde de los 24 años, risueña, espontánea y de lo más natural, de piernas kilométricas y curvas inolvidables, es la más deseada del momento según la web masculina Askmen.com. Por encima de las populares Mila Kunis o Sofia Vergara. Savages, su último proyecto, al lado de Sean Penn y Oliver Stone, le otorgará pronto la cuota de prestigio.
Muchos ni recordarán sus comienzos: la guapa del cuarteto de adolescentes que protagonizaba Uno para todas. Lively, como su apellido (animado, en inglés), transmite la incontinente felicidad de alguien que se deja querer, pero que es muy suya. "Es que tienes que ser tú misma en todo momento. Sentirte cómoda y escoger lo que te define. Y la única manera de hacerlo es siendo tú. Nunca debes dejar que alguien te vista", dice. Según asegura, es de las pocas bellezas de moda actuales que no cuentan con un asesor de imagen.
De entrada, todo en Lively es puro cliché. La menor de cinco hermanos de Tarzana -aldea nombrada en honor al personaje selvático, en el valle de Los Ángeles- viene de una familia muy Hollywood (todos son actores, y su madre, cazatalentos) y las visitas a Disneylandia se hacían dos veces por semana. Lo raro es que durante años prefirió sus estudios, incluso cuando empezó a probar las mieles del éxito. "Acepté Gossip girl con la promesa de que cuando la serie bajara el pistón podría alternar el trabajo con la universidad", recuerda. Ella misma se ríe. Las vidas de Blake y su alter ego en la pantalla, la pija neoyorquina Serena, se confundieron en el mundo de la moda. No hay alfombra roja sin Lively, y su asiento está asegurado en la primera fila de cualquier pasarela a la que quiera acercarse. "Claro que por mucho que se piense que soy una neoyorquina cosmopolita, sigo siendo otra rubia californiana. Pero no se lo digas a nadie", bromea.
Da igual. Si hay algo que la distingue de las demás no es su belleza. Ni su éxito. Es la falta de escándalos. Un currículo inmaculado. Hasta esos desnudos robados que circulan por Internet se han demostrado falsos ("Sorry!"), y a la ruptura con su novio de toda la vida, su compañero de serie Penn Badgley, le sigue una supuesta relación, tan discreta como romántica, con Leonardo DiCaprio. "Lo único que mejoraría mi vida es clonarme y hacer más", resume.
Ya ha hecho de actriz seria en el papel de una joven Robin Wright en La vida privada de Pippa Lee, o de madre soltera y drogadicta en The town, ciudad de ladrones. "Lo que me encantó de estos trabajos fue estar junto a gente que admiro como Robin o Rebecca [Miller], mujeres con éxito que no se definen por el hombre que está a su lado". Y también de cachonda en el videoclip I just had sex, de Lonely Island, candidato al Emmy. No todo es perfecto en Lively, pero sus pecadillos te hacen sonreír. Su pasión por los Power rangers ("especialmente Kimberly, la rosa", anota sin rubor) no la hace nada cool. Y cualquiera diría que hizo Green Lantern por ponerse el anillo del superhéroe. "Si es que me encanta todo lo que brilla", añade con mohín de Gollum. ¿Su deseo a largo plazo? Como buena estrella, montar un restaurante. "Quiero estar en la cocina inventando recetas", se explica. Su favorita: helado casero, uno de los 15 postres que preparó para el equipo de Green lantern. "Afortunadamente, heredé de mi madre un metabolismo maravilloso que por el momento me permite estos atracones. Porque lo del deporte y yo... qué quieres que te diga. Prefiero el chocolate".
Fuente: elpais.com
Créditos: Magdalena Prieto
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